jueves, agosto 05, 2010
BICENTENARIO DE COLOMBIA 1810-2010
En la conmemoración de los doscientos años de proclamada la independencia en la nación colombiana, el Centro de Estudios Históricos del Ejército, da realce desde este sitio, al hecho mediante el cual se forjó nuestra república. Desde diferentes ángulos de análisis, se abordarán los momentos vividos en relación al suceso ocurrido aquel viernes, 20 de julio de 1810, día de mercado en la Plaza Mayor de Santafé de Bogotá.
LA GRAN INDEPENDENCIA DE COLOMBIA
la batalla de boyaca
LA INDEPENDENCIA DE COLOMBIA
fue un proceso largo y sangriento. La primera fase de la Guerra, de 1810 a 1816, se caracterizó por constantes luchas internas entre los defensores de la independencia. En 1811 las provincias de la Nueva Granada se conformaron en un nuevo Estado independiente, consistente en una confederación débil de aquellas provincias que se habían declarado independientes en 1810. En 1816 los españoles ganaron de nuevo el control del país, con lo cual instala el llamado régimen del terror. Si bien durante este periodo varios grupos republicanos se mantuvieron activos, ejerciendo un poder efectivo en los Llanos, principalmente en la guayana venezolana y en el Casanare, no sería sino hasta 1819 cuando se emprende el proceso
Al período comprendido entre 1810 y 1816 se le conoce como la Patria Boba, y se caracterizó por los intensos combates entre los independentista para definir la forma de gobierno que el nuevo Estado debería tener. La lucha constante entre federalistas y centralistas condujo a un período de inestabilidad prolongada. Un hecho similar tuvo lugar casi simultáneamente durante la lucha de independencia del Virreinato del Río de la Plata. Cada provincia y también algunas ciudades crearon sus propias juntas, que se declararon independientes unas de otras. Aunque la Junta de Bogotá se denominó a sí misma "Junta Principal del Nuevo Reino de Granada", el territorio continuó dividido políticamente, porque después ciudades más pequeñas crearon su propia junta, que pretendía ser independiente de las juntas de las capitales de provincia, y esto llevó a los conflictos militares. En los meses siguientes hubo dos intentos fallidos de establecer un congreso provincial.
En 1811 la provincia de Bogotá, centralista, se había declarado Estado independiente, mientras las demás provincias se habían reunido en una federación llamada Provincias Unidas de Nueva Granada. Prontamente la forma de gobierno de la Nueva Granada se había vuelto una fuerte disputa y finalmente desembocó en guerra a finales de 1812, y nuevamente en 1814. La primera guerra terminó en empate, pero no impidió que Cundinamarca organizara una expedición contra Popayán y Pasto, ambas ciudades realistas. La expedición fracasó, y su presidente, Antonio Nariño, fue capturado.
El gobierno de las Provincias Unidas aprovechó la ocasión, ahora que se alteró el de Cundinamarca, a enviar un ejército contra ellos liderados por Simón Bolívar, que había huido de Venezuela por segunda vez, ya que la Segunda República de Venezuela había sucumbido. En diciembre de 1814 Bolívar obligó a Cundinamarca a unirse a las Provincias Unidas. Sin embargo, a mediados de 1815 Pablo Morillo arribó a la Nueva Granada con una gran fuerza expedicionaria.
LA INDEPENDENCIA DE COLOMBIA
fue un proceso largo y sangriento. La primera fase de la Guerra, de 1810 a 1816, se caracterizó por constantes luchas internas entre los defensores de la independencia. En 1811 las provincias de la Nueva Granada se conformaron en un nuevo Estado independiente, consistente en una confederación débil de aquellas provincias que se habían declarado independientes en 1810. En 1816 los españoles ganaron de nuevo el control del país, con lo cual instala el llamado régimen del terror. Si bien durante este periodo varios grupos republicanos se mantuvieron activos, ejerciendo un poder efectivo en los Llanos, principalmente en la guayana venezolana y en el Casanare, no sería sino hasta 1819 cuando se emprende el proceso
final de expulsión del dominio español.
En 1819 un ejército republicano comandado por Simón Bolívar cruza las montañas que separan las provincias de Casanare y Tunja, y tras las batallas de Paya, Pantano de Vargas y Puente de Boyacá tiene vía libre para tomar el control de Santa Fe, ciudad a la que llega el 10 de agosto de 1819.
En 1819 un ejército republicano comandado por Simón Bolívar cruza las montañas que separan las provincias de Casanare y Tunja, y tras las batallas de Paya, Pantano de Vargas y Puente de Boyacá tiene vía libre para tomar el control de Santa Fe, ciudad a la que llega el 10 de agosto de 1819.
ANTECEDENTES
Las guerras de independencia de la América española se inspiraron en las de Estados Unidos y Haití, así como en la Revolución Francesa. El criollo blanco en los Estados Unidos quería la independencia de la dominación inglesa por razones económicas, políticas y sociales.
La invasión francesa de España en 1808 condujo al derrumbe de la monarquía española bajo el reinado de Fernando VII. La mayoría de los antiguos súbditos del rey Fernando no aceptaron el gobierno de José Bonaparte, quien fue nombrado para el cargo de rey de España por su hermano Napoleón I. El proceso para crear un gobierno estable tomó dos años. Mientras tanto, se creó una junta superior como alternativa patriótica para el gobierno bonapartista. Esto dio lugar a un vacío de poder y la incertidumbre política en las posesiones españolas en América, incluyendo el Virreinato de Nueva Granada, del cual el territorio que hoy comprende la República de Colombia era parte.
La invasión francesa de España en 1808 condujo al derrumbe de la monarquía española bajo el reinado de Fernando VII. La mayoría de los antiguos súbditos del rey Fernando no aceptaron el gobierno de José Bonaparte, quien fue nombrado para el cargo de rey de España por su hermano Napoleón I. El proceso para crear un gobierno estable tomó dos años. Mientras tanto, se creó una junta superior como alternativa patriótica para el gobierno bonapartista. Esto dio lugar a un vacío de poder y la incertidumbre política en las posesiones españolas en América, incluyendo el Virreinato de Nueva Granada, del cual el territorio que hoy comprende la República de Colombia era parte.
LA PATRIA BOBA
Al período comprendido entre 1810 y 1816 se le conoce como la Patria Boba, y se caracterizó por los intensos combates entre los independentista para definir la forma de gobierno que el nuevo Estado debería tener. La lucha constante entre federalistas y centralistas condujo a un período de inestabilidad prolongada. Un hecho similar tuvo lugar casi simultáneamente durante la lucha de independencia del Virreinato del Río de la Plata. Cada provincia y también algunas ciudades crearon sus propias juntas, que se declararon independientes unas de otras. Aunque la Junta de Bogotá se denominó a sí misma "Junta Principal del Nuevo Reino de Granada", el territorio continuó dividido políticamente, porque después ciudades más pequeñas crearon su propia junta, que pretendía ser independiente de las juntas de las capitales de provincia, y esto llevó a los conflictos militares. En los meses siguientes hubo dos intentos fallidos de establecer un congreso provincial.
En 1811 la provincia de Bogotá, centralista, se había declarado Estado independiente, mientras las demás provincias se habían reunido en una federación llamada Provincias Unidas de Nueva Granada. Prontamente la forma de gobierno de la Nueva Granada se había vuelto una fuerte disputa y finalmente desembocó en guerra a finales de 1812, y nuevamente en 1814. La primera guerra terminó en empate, pero no impidió que Cundinamarca organizara una expedición contra Popayán y Pasto, ambas ciudades realistas. La expedición fracasó, y su presidente, Antonio Nariño, fue capturado.
El gobierno de las Provincias Unidas aprovechó la ocasión, ahora que se alteró el de Cundinamarca, a enviar un ejército contra ellos liderados por Simón Bolívar, que había huido de Venezuela por segunda vez, ya que la Segunda República de Venezuela había sucumbido. En diciembre de 1814 Bolívar obligó a Cundinamarca a unirse a las Provincias Unidas. Sin embargo, a mediados de 1815 Pablo Morillo arribó a la Nueva Granada con una gran fuerza expedicionaria.
La reconquista española de la Nueva Granada entre 1815 y 1816 y el período posterior, es conocido como la Reconquista (en América) o como Restauración (en España). Poco después el rey Fernando había sido restaurado en el trono español en 1813, decidió enviar fuerzas militares para recuperar el imperio americano de España, ahora controlada por las fuerzas rebeldes.
La expedición enviada en 1815 fue la expedición militar más fuerte que hasta entonces había sido enviado a América, se componía de alrededor de 60 barcos y 10000 hombres. El coronel Pablo Morillo, un veterano de la lucha española contra Francia, fue elegido para dirigir la expedición, en la que fue la reconquista de las colonias del norte, terminando así los primeros cinco años de independencia de facto de Colombia.
Después de escuchar la noticia de la llegada de la fuerza expedicionaria, las diferencias internas se suavizaron un poco, pero siguieron siendo un obstáculo importante para los republicanos, incluso cuando el gobierno de las Provincias Unidas hizo un intento para resolverlas. En otra parte, las provincias ni siquiera podían darse mutuamente el apoyo que tanto necesitan. Con el tiempo, incluso muchos de los principales dirigentes, incluido Santander, se retiraron a las llanuras del este, cerca de la frontera con Venezuela, tratando de reorganizar las fuerzas política y militar para hacer frente al nuevo peligro.
LA CAMPAÑA LIBERTADORA
A partir del año 1819 la situación se decantó definitivamente a favor de los patriotas, lo que permitió que Bolívar, desde París y Francisco de Paula Santander, desde Nueva Zelanda empezaran a coordinar acciones conjuntas desde sus áreas de influencia que fomentaran una unidad militar.
Para entonces existía en la Nueva Granada un importante foco de resistencia revolucionaria contra las tropas de Mallarino en los llanos de Río Sucio, zona contigua a los llanos de Apure y Arauca, donde algunos de los revolucionarios neogranadinos más comprometidos se retiraron para resistir la violencia de la Contrarrevolución del comandante militar Sámano como baluarte patriota al mando de Santander, a quien Bolívar ascendió al grado de Brigadier y lo nombró Comandante militar de la División de vanguardia.
Ambos habían elaborado un plan en el que Santander debía preparar la provincia de Casanare, unificar a los guerrilleros del sur y dar informes a Bolívar sobre las tropas españolas para iniciar la invasión de la Nueva Granada.
La expedición enviada en 1815 fue la expedición militar más fuerte que hasta entonces había sido enviado a América, se componía de alrededor de 60 barcos y 10000 hombres. El coronel Pablo Morillo, un veterano de la lucha española contra Francia, fue elegido para dirigir la expedición, en la que fue la reconquista de las colonias del norte, terminando así los primeros cinco años de independencia de facto de Colombia.
Después de escuchar la noticia de la llegada de la fuerza expedicionaria, las diferencias internas se suavizaron un poco, pero siguieron siendo un obstáculo importante para los republicanos, incluso cuando el gobierno de las Provincias Unidas hizo un intento para resolverlas. En otra parte, las provincias ni siquiera podían darse mutuamente el apoyo que tanto necesitan. Con el tiempo, incluso muchos de los principales dirigentes, incluido Santander, se retiraron a las llanuras del este, cerca de la frontera con Venezuela, tratando de reorganizar las fuerzas política y militar para hacer frente al nuevo peligro.
LA CAMPAÑA LIBERTADORA
A partir del año 1819 la situación se decantó definitivamente a favor de los patriotas, lo que permitió que Bolívar, desde París y Francisco de Paula Santander, desde Nueva Zelanda empezaran a coordinar acciones conjuntas desde sus áreas de influencia que fomentaran una unidad militar.
Para entonces existía en la Nueva Granada un importante foco de resistencia revolucionaria contra las tropas de Mallarino en los llanos de Río Sucio, zona contigua a los llanos de Apure y Arauca, donde algunos de los revolucionarios neogranadinos más comprometidos se retiraron para resistir la violencia de la Contrarrevolución del comandante militar Sámano como baluarte patriota al mando de Santander, a quien Bolívar ascendió al grado de Brigadier y lo nombró Comandante militar de la División de vanguardia.
Ambos habían elaborado un plan en el que Santander debía preparar la provincia de Casanare, unificar a los guerrilleros del sur y dar informes a Bolívar sobre las tropas españolas para iniciar la invasión de la Nueva Granada.
Los patriotas habían logrado aumentar sus efectivos a 2600 hombres. El 25 de julio, Bolívar lleva a su tropa por el camino del Salitre de Paipa para atacar al enemigo por su espalda o forzarlo a abandonar sus defensas.
Pero al este del Pantano de Vargas se presentaron los realistas para cerrarle el paso.
El ejército patriota se sitúa al frente de la posición realista, pero con desventajas de terreno, lo que supieron aprovechar los españoles para atacar.
La derecha realista desaloja la izquierda patriota de la altura del este que tenía Santander, pero con un contraataque de los dispersos y de la Legión Británica recuperan el terreno.
Llegan refuerzos de Barreiro que atacan por la derecha desalojando a los patriotas. Pero Bolívar les arrebata la victoria, por medio de la carga de caballería famosa conducida por el Comandante Juan José Rondón, con los jinetes del Alto Llano de Caracas y los Guías de la Guardia al mando de Carvajal.
"Coronel Rondón, salve Ud. a la patria" le grita Bolívar en el Pantano de Vargas ante la inminencia de la derrota y Rondón cargó con su escuadrón de lanceros contra los españoles y los destrozó, logrando que la derrota que se avecinaba se transformara en victoria.
El ejército patriota se aloja en el campo y el 26 retrocede a sus posiciones de Corrales de Bonza y el realista se replegó a Paipa y a Molinos de Bonza.
Pero al este del Pantano de Vargas se presentaron los realistas para cerrarle el paso.
El ejército patriota se sitúa al frente de la posición realista, pero con desventajas de terreno, lo que supieron aprovechar los españoles para atacar.
La derecha realista desaloja la izquierda patriota de la altura del este que tenía Santander, pero con un contraataque de los dispersos y de la Legión Británica recuperan el terreno.
Llegan refuerzos de Barreiro que atacan por la derecha desalojando a los patriotas. Pero Bolívar les arrebata la victoria, por medio de la carga de caballería famosa conducida por el Comandante Juan José Rondón, con los jinetes del Alto Llano de Caracas y los Guías de la Guardia al mando de Carvajal.
"Coronel Rondón, salve Ud. a la patria" le grita Bolívar en el Pantano de Vargas ante la inminencia de la derrota y Rondón cargó con su escuadrón de lanceros contra los españoles y los destrozó, logrando que la derrota que se avecinaba se transformara en victoria.
El ejército patriota se aloja en el campo y el 26 retrocede a sus posiciones de Corrales de Bonza y el realista se replegó a Paipa y a Molinos de Bonza.
EL HIMNO NACIONAL DE COLOMBIA
Coro:
¡Oh gloria inmarcesible!
¡Oh júbilo inmortal!
¡En surcos de dolores
el bien germina ya!
I
¡Cesó la horrible noche! La libertad sublime
derrama las auroras de su invencible luz.
La humanidad entera, que entre cadenas gime,
comprende las palabras del que murió en la cruz.
II
"¡Independencia!" grita el mundo americano;
se baña en sangre de héroes la tierra de Colón.
Pero este gran principio: "El rey no es soberano",
resuena, y los que sufren bendicen su pasión.
III
Del Orinoco el cauce se colma de despojos;
de sangre y llanto un río se mira allí correr.
En Bárbula no saben las almas ni los ojos,
si admiración o espanto sentir o padecer.
IV
A orillas del Caribe hambriento un pueblo lucha,
horrores prefiriendo a pérfida salud.
¡Oh, sí! De Cartagena la abnegación es mucha,
y escombros de la muerte desprecia su virtud.
V
De Boyacá en los campos el genio de la gloria
con cada espiga un héroe invicto coronó.
Soldados sin coraza ganaron la victoria;
su varonil aliento de escudo les sirvió.
VI
Bolívar cruza el Ande que riega dos océanos;
espadas cual centellas fulguran en Junín.
Centauros indomables descienden a los Llanos,
y empieza a presentirse de la epopeya el fin.
VII
La trompa victoriosa en Ayacucho truena;
y en cada triunfo crece su formidable son.
En su expansivo empuje la libertad se estrena,
del cielo americano formando un pabellón.
VIII
La Virgen sus cabellos arranca en agonía
y de su amor viuda los cuelga del ciprés.
Lamenta su esperanza que cubre losa fría,
pero glorioso orgullo circunda su alba tez.
IX
La patria así se forma, termópilas brotando;
constelación de cíclopes su noche iluminó.
La flor estremecida, mortal el viento hallando,
debajo los laureles seguridad buscó.
X
Mas no es completa gloria vencer en la batalla,
que al brazo que combate lo anima la verdad.
La independencia sola al gran clamor no acalla;
si el sol alumbra a todos, justicia es libertad.
XI
Del hombre los derechos Nariño predicando,
el alma de la lucha profético enseñó.
Ricaurte en San Mateo en átomos volando,
"Deber antes que vida", con llamas escribió.
¡Oh gloria inmarcesible!
¡Oh júbilo inmortal!
¡En surcos de dolores
el bien germina ya!
I
¡Cesó la horrible noche! La libertad sublime
derrama las auroras de su invencible luz.
La humanidad entera, que entre cadenas gime,
comprende las palabras del que murió en la cruz.
II
"¡Independencia!" grita el mundo americano;
se baña en sangre de héroes la tierra de Colón.
Pero este gran principio: "El rey no es soberano",
resuena, y los que sufren bendicen su pasión.
III
Del Orinoco el cauce se colma de despojos;
de sangre y llanto un río se mira allí correr.
En Bárbula no saben las almas ni los ojos,
si admiración o espanto sentir o padecer.
IV
A orillas del Caribe hambriento un pueblo lucha,
horrores prefiriendo a pérfida salud.
¡Oh, sí! De Cartagena la abnegación es mucha,
y escombros de la muerte desprecia su virtud.
V
De Boyacá en los campos el genio de la gloria
con cada espiga un héroe invicto coronó.
Soldados sin coraza ganaron la victoria;
su varonil aliento de escudo les sirvió.
VI
Bolívar cruza el Ande que riega dos océanos;
espadas cual centellas fulguran en Junín.
Centauros indomables descienden a los Llanos,
y empieza a presentirse de la epopeya el fin.
VII
La trompa victoriosa en Ayacucho truena;
y en cada triunfo crece su formidable son.
En su expansivo empuje la libertad se estrena,
del cielo americano formando un pabellón.
VIII
La Virgen sus cabellos arranca en agonía
y de su amor viuda los cuelga del ciprés.
Lamenta su esperanza que cubre losa fría,
pero glorioso orgullo circunda su alba tez.
IX
La patria así se forma, termópilas brotando;
constelación de cíclopes su noche iluminó.
La flor estremecida, mortal el viento hallando,
debajo los laureles seguridad buscó.
X
Mas no es completa gloria vencer en la batalla,
que al brazo que combate lo anima la verdad.
La independencia sola al gran clamor no acalla;
si el sol alumbra a todos, justicia es libertad.
XI
Del hombre los derechos Nariño predicando,
el alma de la lucha profético enseñó.
Ricaurte en San Mateo en átomos volando,
"Deber antes que vida", con llamas escribió.
EL ESCUDO DE COLOMBIA
El Escudo de armas de la República de Colombia
es el emblema heráldico que representa al país, y que junto con la bandera y el himno nacional, tiene la categoría de símbolo patrio.
Los elementos constituyentes del actual emblema tienen sus origines en el escudo aprobado por medio de la ley 3 del 9 de mayo de 1834, siendo presidente de la República de la Nueva Granada el general Francisco de Paula Santander. Los colores y la disposición de los mismos fueron adoptados sucesivamente por varios decretos, tales como el de 1861, en el gobierno del Tomás Cipriano de Mosquera, y los dictaminados en los años 1889 y 1924. Finalmente por medio del decreto 3558 del 9 de noviembre de 1949, el escudo es reglamentado, indicando su correcta descripción y reproducción (por ejemplo se señaló que el cóndor mire hacia la derecha del blasón).
El escudo como símbolo nacional es empleado por el Gobierno e instituciones estatales, no obstante existen diferentes versiones estilísticas a pesar de que las leyes y decretos son claros de cómo debe ser su reproducción. En la actualidad el escudo vigente recoge tanto los elementos dictaminados en 1834 como los descritos en 1924 y 1949, con sus respectivas mejoras estéticas.
Los elementos constituyentes del actual emblema tienen sus origines en el escudo aprobado por medio de la ley 3 del 9 de mayo de 1834, siendo presidente de la República de la Nueva Granada el general Francisco de Paula Santander. Los colores y la disposición de los mismos fueron adoptados sucesivamente por varios decretos, tales como el de 1861, en el gobierno del Tomás Cipriano de Mosquera, y los dictaminados en los años 1889 y 1924. Finalmente por medio del decreto 3558 del 9 de noviembre de 1949, el escudo es reglamentado, indicando su correcta descripción y reproducción (por ejemplo se señaló que el cóndor mire hacia la derecha del blasón).
El escudo como símbolo nacional es empleado por el Gobierno e instituciones estatales, no obstante existen diferentes versiones estilísticas a pesar de que las leyes y decretos son claros de cómo debe ser su reproducción. En la actualidad el escudo vigente recoge tanto los elementos dictaminados en 1834 como los descritos en 1924 y 1949, con sus respectivas mejoras estéticas.
LA BANDERA DE COLOMBIA
La Bandera Nacional de la República de Colombia es el pabellón que representa al país, y que junto con el escudo y el himno nacional, tiene la categoría de símbolo patrio. Consiste en un rectángulo dividido en tres franjas coloreadas con los colores primarios, ocupando la superior la mitad de éste. La bandera simboliza la patria, historia y nacionalidad de los habitantes de Colombia.
El pabellón de Colombia tiene su origen en la composición tricolor creada en 1801 por el General venezolano Francisco de Miranda, precursor de la independencia latinoamericana, quien describía en su diario militar el uso de los colores primarios como bandera para las naciones latinoamericanas que en aquel entonces estaban en proceso de independencia.
Estos colores fueron adoptados de forma sucesiva por los Congresos de la Gran Colombia, el 17 de diciembre de 1819, y de la República de la Nueva Granada, el 9 de mayo de 1834. La disposición actual de los mismos fue adoptada de forma definitiva el 26 de noviembre de 1861, y su reglamentación dada por medio de los decretos 861 del 17 de mayo de 1924 y 62 del 11 de enero de 1934.[1]
La bandera como símbolo nacional es empleada por el Gobierno e instituciones estatales, con distintas variantes en su confección según el uso que se le dé por parte de los cuerpos diplomáticos, civiles o militares.
El pabellón de Colombia tiene su origen en la composición tricolor creada en 1801 por el General venezolano Francisco de Miranda, precursor de la independencia latinoamericana, quien describía en su diario militar el uso de los colores primarios como bandera para las naciones latinoamericanas que en aquel entonces estaban en proceso de independencia.
Estos colores fueron adoptados de forma sucesiva por los Congresos de la Gran Colombia, el 17 de diciembre de 1819, y de la República de la Nueva Granada, el 9 de mayo de 1834. La disposición actual de los mismos fue adoptada de forma definitiva el 26 de noviembre de 1861, y su reglamentación dada por medio de los decretos 861 del 17 de mayo de 1924 y 62 del 11 de enero de 1934.[1]
La bandera como símbolo nacional es empleada por el Gobierno e instituciones estatales, con distintas variantes en su confección según el uso que se le dé por parte de los cuerpos diplomáticos, civiles o militares.
miércoles, agosto 04, 2010
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